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Un sistema alimentario sostenible es la vía para proteger la seguridad alimentaria

FAO publica el informe anual “El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2016”

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) como cada octubre ha publicado El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2016 que en esta edición pone el punto de mira en el cambio climático.

El impacto del cambio climático es cada vez más alarmante, el informe presenta datos empíricos sobre su efecto actual y futuro en la agricultura y en la seguridad alimentaria. Sin medidas urgentes un número de personas cada vez mayor se encontrarán en riesgo de hambre y pobreza.

El riesgo climático afectará a la disponibilidad de los alimentos, al disminuir la productividad, y a la accesibilidad por parte de los habitantes de zonas rurales que dependen de la agricultura. Además la escasez de alimentos podría traducirse en un aumento y volatilidad del precio de los mismos.

Por ello la FAO avisa de la urgencia de una profunda transformación en los sistemas agrícolas y alimentarios. La FAO ayudará a reorientar los sistemas alimentarios más expuestos al impacto climático y fomentará un modelo sostenible, en la agricultura, en la ganadería y en el sector pesquero. Los agricultores, pastores, pescadores y silvicultores comunales dependen de actividades vulnerables al cambio climático, por ello necesitan del desarrollo de medidas que aumenten la sostenibilidad, productividad y resiliencia de estos sectores, especialmente en las regiones con inseguridad alimentaria.

El sector agrícola, en particular, tiene la oportunida de contribuir a equilibrar las emisiones de CO2. La erradicación de la deforestación, el aumento de la superficie de los bosques, o el uso adecuado de los suelos son formas de mitigar el CO2 en la atmosfera.

El impacto del cambio climático en la seguridad alimentaria deberá ser afrontado de forma conjunta, ya que los que más sufrirán su impacto son lo que menos han contribuido a él. Por ello el informe recuerda que la comunidad internacional tiene la responsabilidad de ayudar a que los países en desarrollo refuercen su capacidad de implementar políticas que fomenten un sistema alimentario sostenible. Es fundamental que los países que constituyen el acuerdo de París, firmado hace un año, pasen de los compromisos asumidos a medidas tangibles. Se necesitan políticas, marcos institucionales y mecanismos de financiación que vayan en esta línea. Fomentar políticas de desarrollo agrícola y rural para promover prácticas sostenibles en la producción agrícola y en el comportamiento de los consumidores.

Deberá prestarse una atención especial a los pequeños agricultores de bajos ingresos y crear mecanismos que les faciliten el acceso a las tecnologías, los mercados y el crédito de estas poblaciones, fomentando una agricultura sostenible.

Las soluciones no serán positivas para todos/as, pero desde el punto de vista económico y técnico es posible fomentar un sistema alimentario sostenible, tal y como se presenta en esta edición. El costo de la adaptación al cambio climático representan una fracción de los costos de la inacción.

La agricultura vincula los recursos naturales y la actividad del ser humano, tiene la clave para resolver el hambre y la pobreza, y mantener un medio ambiente en el que puedan habitar satisfactoriamente todos los seres vivos. Si queremos lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible de acabar con el hambre y la pobreza, solo existe un camino, la sostenibilidad en el sistema alimentario.