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La juventud africana debe ser considerada e incluida en los sistemas alimentarios

El Global Food Policy Report 2020 analiza el papel de los jóvenes en los sistemas alimentarios de África

El IFPRI (Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias, por sus siglas en inglés) dedica un capítulo en su informe anual a los jóvenes, bajo el título ‘Incluyendo a los jóvenes de África en los sistemas alimentarios’.

En la región africana, los gobiernos han convertido el empleo juvenil en una prioridad política y los jóvenes africanos están empezando a exigir políticas que mejoren sus perspectivas laborales. La población en edad de trabajar en África está creciendo en 20 millones al año y en 2050 crecerá en 30 millones al año; esta realidad plantea la pregunta de si la región será capaz de crear empleos suficientes para los jóvenes, aunque el informe señala que la proporción máxima de jóvenes alcanzada en la región no es mucho mayor a la proporción máxima en otras regiones en desarrollo. La proporción de jóvenes en la población en edad de trabajar alcanzó su punto máximo en África en 2001, aproximadamente con el 38%.

Los jóvenes, a pesar de enfrentar desafíos significativos, podrían desempeñar un papel instrumental en la transformación de los sistemas alimentarios de África. La experiencia global muestra que, a medida que los países se desarrollan, los componentes de los sistemas alimentarios no agrícolas toman importancia, creando nuevas oportunidades de trabajo en sectores como el procesamiento y el comercio de alimentos.

Las zonas rurales y los sistemas alimentarios de África tendrán que desempeñar un papel más importante en la absorción de jóvenes solicitantes de empleo, dado el continuo crecimiento de las poblaciones rurales, a pesar de la rápida urbanización. Los jóvenes africanos necesitan encontrar trabajo en la agricultura o la economía rural no agrícola.

Hay un debate sobre si es mejor promover políticas específicas para jóvenes o implementar políticas de desarrollo más amplias. En el informe se considera que se necesitan políticas e inversiones más amplias, crear un entorno económico en el que las empresas del sistema alimentario puedan desarrollarse y generar empleos para todas las personas. 

Se debe invertir en educación y en sectores como el transporte y la infraestructura energética para crear oportunidades de sistema alimentario inclusivo. Las personas jóvenes generalmente están mejor educadas que sus mayores y a menudo se sienten más cómodas con la tecnología. Por lo tanto, la juventud africana puede ser adecuada para participar en las actividades en expansión y más remunerativas de los sistemas alimentarios. Al adoptar tecnologías agrícolas modernas, iniciar negocios no agrícolas o migrar a las ciudades y pueblos para trabajar, los jóvenes podrían ayudar a los hogares rurales a aumentar y diversificar sus ingresos. Además es importante crear economías rurales más dinámicas. 

Si bien la evidencia sugiere que la juventud africana es solo un poco más propensa que los adultos a protestar, las protestas juveniles están motivadas con mayor frecuencia por preocupaciones sobre el desempleo. Para evitar la posibilidad de que los jóvenes insatisfechos salgan a las calles hay que apoyar iniciativas que mejoren su futuro a largo plazo.