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El sector agrícola se enfrenta a diversas incertidumbres, una de ellas el impacto del cambio climático

Un informe de la OCDE y la FAO analiza cómo será el futuro del sector agrícola en los próximos diez años
detalle de la portada del informe

Se ha publicado recientemente la decimoquinta edición del informe Perspectivas Agrícolas, para el período 2019-2028, realizado por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Este trabajo reúne la experiencia en materia de productos básicos, políticas y países de ambas organizaciones para hacer una valoración de las perspectivas de los mercados de productos agrícolas nacionales, regionales y mundiales en los próximos diez años. Este año el trabajo se centra particularmente en el desarrollo agrícola en América Latina.

Según el informe, los precios de los  productos básicos se van a mantener en la próxima década, incluso puede que se abaraten entre el 1% y 2% anual. La producción agrícola aumentará en esos años un 15% y el uso de terrenos será estable debido a que los rendimientos  se producirán principalmente por las mejoras tecnológicas.

Las mejoras en la productividad van a superar la demanda. La demanda provendrá sobre todo de regiones con crecimiento demográfico como África, India y Oriente Medio.

Los productos de origen animal actualmente tienen una fuerte demanda, un hecho que supone aumentar su producción y por lo tanto también el uso de cereales para forraje más que para uso alimentario. El pasado año aumentó el consumo per cápita de azúcar y aceite vegetal, que se mantendrá debido al aumento de consumo de alimentos procesados, un hecho que hace que la obesidad y el sobrepeso crezcan, afectando ya a 2.200 millones de personas. 

Perspectivas Agrícolas 2019-2028 señala las incertidumbres que existen en relación a la propagación de enfermedades en animales y plantas, como la resistencia a los antimicrobianos o las normativas nuevas sobre las investigaciones genéticas para producir alimentos.

El futuro se verá también afectado por los acuerdos que pueden darse en los mercados, las actuales tensiones comerciales entre China y Estados Unidos y la presión que ejerce el cambio climático sobre el sistema alimentario. Este último aspecto es destacado en el informe por el impacto que tiene en el sistema alimentario; tenemos para revertir los efectos del cambio climático en los próximos 11 años, si no, las consecuencias serán irreversibles. El calentamiento supondrá mayores sequías, inundaciones y olas de calor que perjudicarán a nuestro sistema alimentario global y que afectará de mayor manera a las personas y regiones más  vulnerables.

Las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes del sector agrario crecerán un 0,5% anual, ahora mismo se encuentran en un 11% del total mundial. Este hecho, junto a la subida de la temperatura global, perjudicarán de una mayor manera a los países en desarrollo que importarán productos de los países ricos haciendo que la desigualdad entre regiones aumente.

Como ya se ha comentado, el informe se centra en especial en la región de América Latina y el Caribe, donde la venta de alimentos al extranjero pasará del 23% actual al 25% en 2028, convirtiéndose en la región más agroexportadora del mundo.