Al igual que se hizo en ediciones previas, la publicación tiene como objetivo proporcionar información complementaria al informe SOFI mediante el uso de una metodología alternativa de monitoreo del hambre y la malnutrición, basada en el análisis de la evolución del derecho a la alimentación y de la soberanía alimentaria.
La forma en que se hace el seguimiento del hambre y la malnutrición necesita una revisión. El monitoreo ha de incluir un enfoque basado en el derecho a la alimentación y a la nutrición y la soberanía alimentaria que considere cuestiones relativas a las distintas formas de discriminación y privación de derechos, un enfoque que no se incluye en el SOFI. El objetivo es reflexionar más allá de las cifras, deteniéndonos para considerar las perspectivas de las luchas sobre el terreno en todas las regiones, una visión que con demasiada frecuencia se queda fuera de las discusiones sobre inseguridad alimentaria.
El informe de este año pone el foco en la justicia ambiental y climática, y explora la convergencia entre la justicia agraria y la justicia climática, con movimientos agrarios establecidos, como La Vía Campesina, y movimientos climáticos más recientes, como Rebelión contra la Extinción y Viernes por el Futuro, que unen fuerzas para pedir a los Estados que adopten medidas inmediatas. En este escenario, el derecho a la alimentación y a la nutrición constituye un espacio de convergencia para estos movimientos, así como una poderosa herramienta para afrontar la crisis climática.
Actualmente, los procesos intergubernamentales más pertinentes para el derecho a la alimentación y a la nutrición siguen siendo el proyecto de Directrices sobre los sistemas alimentarios y la nutrición y las recomendaciones de políticas sobre los enfoques agroecológicos y otros enfoques innovadores en favor de la sostenibilidad de los sistemas alimentarios en el contexto del CSA. Ambos documentos, que orientarán a los gobiernos en relación con la tan necesaria transformación del sistema alimentario industrial, representan los procesos más importantes hasta la fecha en el contexto del Decenio de las Naciones Unidas de acción sobre la nutrición (2016-2025), que sigue careciendo de impulso y de medidas significativas.
Respecto a la crisis del coronavirus, el informe señala que, con la declaración del estado de emergencia en casi todo el mundo para contener la pandemia, en algunos países se observaron muchos más retrocesos para los derechos humanos. Algunos Estados han aprovechado esto como una oportunidad para adoptar medidas desproporcionadas que restringen los derechos humanos, lo que llevó al Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, a hablar de una “crisis de derechos humanos”.